Unión Republicana ante el 151 aniversario de la Primera República
La llegada de la Primera República marcó un hito crucial en la historia de nuestro país ya que fue el primer intento formal de establecer en España un régimen verdaderamente democrático. En el centésimo quincuagésimo primer aniversario de su proclamación, desde UNIÓN REPUBLICANA hacemos un llamamiento a recordar y reflexionar sobre las enseñanzas de este breve pero significativo periodo.
La noticia de la abdicación del rey Amadeo de Saboya se extendió por todo Madrid con la misma rapidez que un reguero de pólvora. Recogida por el pueblo, la nueva pasó de boca en boca en menos tiempo del que se emplea en decirlo. Una multitud se aglomeró a las puertas del Congreso, sabedora de lo que en su interior se había de tratar, y palpitante de entusiasmo por lo que indudablemente esperaba que saliera de él, que no podía ser otra cosa que la República. Desde una ventana del Congreso el diputado republicano Estanislao Figueras manifestó al gentío presente: “Saldremos de aquí con la República triunfante, o muertos”.
En la tarde del 11 de febrero de 1873, en una reunión conjunta del Congreso de los Diputados y el Senado, constituidos en Asamblea Nacional, se acordó la proclamación de la Primera República por 258 votos a favor contra 32. Tras la votación, los diputados republicanos exteriorizaron su inmenso júbilo por medio de efusivos abrazos y aclamaciones de ¡Viva la República!.
En 1873, como en 1931, el advenimiento del nuevo régimen fue recibido con esperanza, entusiasmo y júbilo por parte de las clases populares en las calles de Madrid. En aquellos instantes, el elocuente diputado republicano Emilio Castelar manifestó: “Señores diputados, con Fernando VII murió la monarquía tradicional; con la fuga de Isabel II, la monarquía parlamentaria, y con la renuncia de Amadeo, la monarquía democrática. Nadie, nadie ha acabado con ella. Ha muerto por sí misma. Nadie trae la República, la traen las circunstancias; la traen una conspiración de la sociedad, de la naturaleza, de la Historia. Señores: saludémosla, como el sol que se levanta por su propia fuerza en el cielo de nuestra patria”.
El primer gobierno republicano estuvo formado por: don Francisco Pi y Margall, ministro de la Gobernación; don Nicolás Salmerón y Alonso, de Gracia y Justicia; don Emilio Castelar, de Estado; don Francisco Salmerón y Alonso, de Ultramar; don Estanislao Figueras, Presidente del Poder Ejecutivo; don José Echegaray, ministro de Hacienda; don J.M. Beranger, de Marina; don F. Fernández de Córdova, de la Guerra; don Manuel Becerra, de Fomento y don Cristiano Martos fue elegido Presidente de la Asamblea Nacional.
El primer Gobierno de la República tuvo que afrontar numerosos problemas en lo económico, social y político que se habían enraizado durante los reinados de Isabel II y Amadeo de Saboya.
La Primera República Española surgió en un contexto de profundos cambios políticos, sociales y económicos. Después de la abdicación de Amadeo I y el colapso de la monarquía, España se embarcó en un proyecto republicano que buscaba revitalizar y modernizar el país. Con la proclamación de la república, se abrieron nuevas oportunidades para la participación política de una sociedad que ansiaba un sistema más justo y representativo.
La naciente República representaba los valores fundamentales de la democracia, el laicismo, la descentralización, la cultura cívica y el progreso frente a la monarquía, un sistema que se caracterizaba por su falta de transparencia y su tendencia a perpetuar privilegios aristocráticos desde estructuras de poder hereditarias y poco accesibles al pueblo. Uno de los aspectos más destacados de la Primera República fue su compromiso con la democracia y la soberanía popular. Por primera vez en la historia de España, se estableció un sistema político en el que el pueblo tenía un papel activo en la toma de decisiones a través de sus representantes electos. Este enfoque democrático sentó las bases para una mayor inclusión y participación ciudadana, promoviendo así la igualdad y la justicia social.
Además se caracterizó por su ferviente defensa de los derechos individuales y civiles. Se promulgaron leyes y reformas que buscaban garantizar la igualdad ante la ley, la libertad de expresión y la libertad de asociación. Estos avances fueron cruciales para consolidar un sistema basado en el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Sin embargo, la Primera República Española también enfrentó numerosos desafíos y dificultades durante su corta existencia. La inestabilidad política, los conflictos internos y las presiones externas contribuyeron a su debilitamiento. A pesar de todos estos obstáculos, su legado perdura como un recordatorio del poder transformador de las ideas republicanas y su capacidad para inspirar la lucha por la justicia y la libertad.
La existencia de la Primera República se prolongó durante once meses hasta el golpe de Estado del general Manuel Pavía el 3 de enero de 1874. Las Cortes republicanas fueron disueltas y se estableció la dictadura del general Serrano que se tradujo en un simple paso previo a la restauración de los Borbones tras otro golpe militar por parte del general Martínez Campos, el 29 de diciembre de 1874.
Tras el final de la Primera República, muchos de sus dirigentes fueron perseguidos por sus ideas y optaron así por el exilio. Años más tarde, los partidos republicanos -centralista, federal y progresista- limaron sus asperezas y volvieron a unirse para aunar esfuerzos y voluntades de cara a las elecciones de febrero de 1891, formando la coalición de UNIÓN REPUBLICANA que logró 26 diputados, entre ellos, Nicolás Salmerón, Emilio Castelar, Pi y Margall y Ruiz Zorrilla.
En la actualidad, el aniversario de la proclamación de la Primera República Española sigue siendo una fecha de importancia para todas aquellas personas que valoran los principios democráticos republicanos. Es una oportunidad para recordar y celebrar los logros de todas aquellas personas, tanto hombres como mujeres, que lucharon por un sistema político más justo y representativo, así como para renovar nuestro compromiso con los ideales de libertad, igualdad y solidaridad que inspiraron a esos pioneros y pioneras de la libertad.
En conclusión, la proclamación de la Primera República Española el 11 de febrero de 1873 representa un hito significativo en la historia de España y un recordatorio de la lucha constante por la democracia y la justicia.
A 151 años de esta conmemoración, desde UNIÓN REPUBLICANA honramos el legado de todas las personas que defendieron valientemente los principios republicanos, al tiempo que, renovamos nuestro compromiso con la construcción de un futuro más democrático, igualitario y libre para toda la ciudadanía española.