Conmemoramos la Segunda República ¡Viva la
Tercera!
Un
año más, desde UNIÓN REPUBLICANA no podemos sino sumarnos a la conmemoración de
la proclamación de la II República Española de la que este 14 de abril se cumple
91 años.
El
devenir de este acontecimiento histórico fue recibido con gran júbilo y
entusiasmo popular en todos los Ayuntamientos de toda España. Aquella República
del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, supuso el mayor intento de
modernización y transformación social de la historia de España. La II
República llevó a cabo un ambicioso programa de reformas que mejoraron las condiciones
laborales de la clase trabajadora, estimulando la economía y proporcionando
trabajo a miles de desempleados. Al mismo tiempo, impulsó grandes avances en la
Igualdad de Derechos Civiles para ambos sexos, como el sufragio universal, el matrimonio
civil o el divorcio. Por otra parte, la II República asumió la educación como
un servicio público, sembrando el país de escuelas y misiones pedagógicas que
sacaron a la población del analfabetismo y el atraso secular. Se proporcionó
una educación universal, cívica y laica destinada a una población de ciudadanos
libres y no de súbditos.
Al
rememorar la Segunda República, lo hacemos con respeto y gratitud a quienes nos
precedieron en aquella causa ejemplar. No lo hacemos desde la nostalgia, nos
sentimos orgullosos de nuestro pasado, el orgullo que sentimos es dignidad y se
traduce en un compromiso para seguir luchando por nuestro futuro. El 14 de
abril de 1931 el pueblo salió de una dictadura para instaurar la democracia
republicana. Hoy el pueblo, con renovadas esperanzas, aspira de nuevo a
protagonizar la vida pública española recogiendo el fruto de un trabajo
conjunto que nos encamine a la proclamación de la Tercera República en nuestro
país.
Hoy,
la impunidad del franquismo sigue presente bajo las premisas de un régimen que
no puede, por su idiosincrasia, administrar justicia en la figura de un exjefe
del Estado que ha podido ejercer la inviolabilidad que le brinda su Carta Magna
y no rendir cuentas ante un pueblo que ha pagado sus privilegios y prebendas
durante décadas y que sigue manteniendo el tren de vida de sus descendientes.
Un pueblo que comprueba, una vez más, que no somos iguales ante la Ley a pesar
de los argumentos falsarios que se emiten una y otra vez en los medios de
comunicación.
En
los últimos días, han aflorado las desvergonzadas artimañas de nobles y
oligarcas sin escrúpulos que se sienten impunes cuando son investigados por
presuntamente llenarse los bolsillos mientras la gente moría a cientos sin
recursos en los hospitales y se mantenía a la población en sus casas en la más
absoluta incertidumbre. Todo, bajo el consentimiento de una clase política que
no tiene más patria que su propia cuenta corriente. Asistimos a un espectáculo
denigrante fruto de haber pactado con la impunidad antes y seguir haciéndolo
ahora con sus herederos a los que se les encumbra en los noticieros y se les
perdona en los corrillos de la más absoluta desvergüenza.
La
monarquía parlamentaria y la tan laureada y ejemplarizada «Transición» ha permitido
que el mensaje de partidos nuevos con ideas muy viejas lleguen a las
instituciones renovando, una vez más, el pacto con la impunidad que llenaron
antaño las cárceles y paredones y ahora colman de crispación la convivencia y
de oro sus bolsillos. Mientras, una legión de palmeros los defiende en los
medios y, en consecuencia, en las urnas llegando a ocupar altos cargos en las
instituciones.
Vivimos
tiempos aciagos donde, cada vez más, la República se hace imprescindible como
elemento liberador de un sistema que nos silencia como ciudadanía y nos somete
como simples sustentadores de sus privilegios y desmanes mientras se ignora el
sufrimiento y el despojo de los derechos que tantas luchas de generaciones
enteras lograron conseguir para las generaciones del presente.
Las
mujeres y hombres de UNIÓN REPUBLICANA sabemos que solo un régimen basado en la
justicia social, la igualdad en todos los ámbitos y que proporcione una
democracia de pleno derecho debe ser nuestro camino. Trabajamos con el
convencimiento de que otra realidad es posible y sumamos voluntades día a día
para que esta realidad sea efectiva en España. No cejaremos en nuestro empeño en
generar conciencia ciudadana y esperamos proclamar más pronto que tarde la
Tercera República Española. ¡Viva la República!