Alfonso J. Vázquez | Unión Republicana
Sigue sin poder cumplirse aquella promesa de Álvaro de Albornoz en diciembre de 1940: “Cuando España se recobre se alzará en Madrid un monumento en cuya base de granito del Guadarrama se leerá la inscripción siguiente: “Extranjero, detente y descúbrete: este es el Presidente de México, Lázaro Cárdenas, el padre de los españoles sin patria y sin derechos, perseguidos por la tiranía y desheredados por el odio» (Álvaro de Albornoz, diciembre 1940). El odio que aun reside en el alma negra de muchos españoles nos impide recobrar esa herencia; la del alegre y festivo 14.04.1931 y del más alegre 09.12.1931 cuando las mujeres se libraron de la esclavitud en que vivían desde la prehistoria y se les reconoció su derecho al voto, libres de las tutela masculina que volvió a imponerles Franco apoyado por su iglesia católicamente fascista.
Gran parte de los españoles ni saben quién fue Álvaro de Albornoz ni quien fue el Presidente Lázaro Cárdenas de México que, cuando conmemoraban su independencia de España grito “viva la República Española aquel 15.09.1936 pocos meses subrayando su mensaje de adhesión enviado tras el inicio del golpe de Estado el 18.07.1936. Un mensaje que reiteró la Confederación de Trabajadores de México el 26.07.1936 ante el embajador Gordón Ordás que agradeció estas muestras de respaldo al legítimo gobierno democrático de la República.
El Presidente Lázaro Cárdenas, pese a las presiones de Roosevelt, presidente de los EEUU que les robara la mayor parte de su territorio, escribió en su diarios unas palabras cuyo valor ético identifica a la gente decente: “El gobierno de México está obligado moral y políticamente a dar un apoyo al gobierno republicano de España, constituido legalmente y presidido por el señor don Manuel Azaña. La responsabilidad interior y exterior está a salvo. México proporciona elementos de guerra a un gobierno institucional con el que mantiene relaciones. Además, el gobierno republicano de España tiene la simpatía del gobierno y de sectores revolucionarios de México. Representa el presidente Azaña las tendencias de emancipación moral y económica del pueblo español. Hoy se debate en una lucha encarnizada, fuerte y sangrienta, oprimido por las castas privilegiadas».
Con esa decisión del Presidente Cárdenas expresaba el sentimiento de los mexicanos que, víctimas del imperialismo de los EEUU, habían hecho del “antiimperialismo” el principio básico de la convivencia internacional”. El 07.09.1936 el Senado acordó enviar toneladas de azúcar y garbanzos y armamento por valor de tres millones de pesos oro: 20.000 rifles y 20 millones de cartuchos que llegaron a su destino pese a ser bombardeado por aviones alemanes el buque “Magallanes” que los transportaba. A la vez, 480 niños españoles desembarcaron en Veracruz y fueron alojados en la ciudad de Morelia para ofrecerles lo que el fascismo les quiso robar: su libertad. Y no fue menos importante el apoyo diplomático, sobre todo de los países iberoamericanos y reclamando el apoyo ante la Sociedad de Naciones que llevó a cabo el Ministro plenipotenciario D. Isidro Fabela desde 1937 por. El Presidente Sánchez tiene la obligación moral de encabezar una iniciativa que niegue el insolidario refrán “no pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió”. “Ex abundatia cordis lo quitur” (De la abundancia del corazón habla la boca); lo que la boca del Presidente Sánchez debe anunciar es la oferta de acogida a no menos de 480 niños ucranianos recordando los recibidos en Morelia, México, cuya acogida salvó la vida de todos esos niños españoles. Sobran ciudades en España cuyos alcaldes estarían dispuestos a ofrecerles esa acogida. Y también debe repetir la hazaña de enviar armas y alimentos para que los ucranianos puedan defender su democracia. Y hacerlo, además, buscando el apoyo de los países iberoamericanos e iberoafricanos que todos saben qué es vivir bajo una dictadura y haber sido invadidos a sangre y fuego por sus vecinos. Tras el vergonzoso espectáculo del Presidente Aznar llevando el botijo a los que habían invadido el Irak, el Presidente Sánchez puede hacernos recuperar hoy la dignidad perdida entonces.
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