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Cuanto trabajo por hacer

Salva Artacho


Salva Artacho | Unión Republicana

En mi opinión como ciudadano demócrata radical-republicano con acierto o error, eso el tiempo lo dirá, pero siempre en uso de mi libertad de conciencia y opinión. Propongo volver un poco la vista atrás y reflexionar para entender que ha sido de aquellas grandes movilizaciones de las clases populares resistiendo al post-franquismo, clamando por una democracia auténtica, incluso por una República, por la libertad y el progreso.

Una mirada a nuestra historia reciente que nos ha llevado a este presente:

"De la lucha de clases al eurocomunismo, del no a la burguesía amamantada al amparo del franquismo a aceptar sus planteamientos e incluso la monarquía..."

Acudamos a la historia reciente del siglo XX, como a finales de los 70 y principios de los ochenta apareció el "eurocomunismo" como la fórmula mágica para adaptar los partidos comunistas de occidente a la sociedad burguesa donde se movían y salir del estancamiento que le impedía avanzar en sus aspiraciones de transformación social y no les dejaba tocar poder para llevar a buen puerto sus programas. El caso más sonado fue el de Italia, donde los comunistas eran el segundo partido, pero no lograban superar a la democracia cristiana y sus aliados... o como en Esta España de finales del franquismo donde el Partido que mas había luchado o entregado a sus mejores y desprendidos militantes era desplazado por un partido, “socialista”, que resurgía de sus cenizas con los apoyos económicos de Willy Brandt, de Carlos Andrés Pérez y de la socialdemocracia internacional en general.

Así, fue como los líderes comunistas europeos occidentales sacaron de la chistera la fórmula "eurocomunismo", en parte también para marcar distancias frente al estancamiento y los aires de descomposición de la URSS y las llamadas democracias populares... y España no fue menos.

Pero la verdad es que no trajo nada bueno para el comunismo europeo, fue solo una fórmula política que les dio "prensa" y "cal" para blanquear y adaptar el partido a la sociedad burguesa, no les dio más afiliaciones ni presencia revolucionaria y transformadora, solo que que terminó atrapándolos y resituándolos en la socialdemocracia, en aquella corriente reformista de los Bernstein y renegados socialistas como Kausky. Desde entonces todos los partidos europeos que lo adoptaron han retrocedido hasta convertirse en apenas testimoniales... en Francia, Italia, España...

En el caso de España, pues, no ha sido diferente, el retroceso político del partido que más luchó contra la dictadura y que más sangre generosa vertió en aras a las libertades políticas de nuestro pueblo, es más que evidente. Hoy es un partido silenciado, sin presencia política notoria, solo es una corriente más dentro de IU, que a su vez ésta siendo "absorbida" por Podemos... Ahí están las palabras del alcalde de Zamora o del amigo Cayo que lo confirman.

De pena..., pero en el escaso avance hacia la República no es atribuible sólo a los avatares del PCE, también los demócratas radical-republicanos, hoy todavía dispersos y en pequeños partidos o corrientes, tenemos nuestra responsabilidad al no haber conseguido presencia pública y unidad entre nosotros. No hay ningún partido republicano en el parlamento, salvo Esquerra Republicana de Cataluña (para ellos en estos momentos solo les importa la independencia) y la minoría vasca, todo una derecha democrática y me atrevo a considerar republicana, aunque también nacionalista...

Sin duda, la constitución de partidos republicanos con presencia en la calle y una burguesía culta (y despegada de la actual ultraderecha-fascista), liberal y democrática, serían un paso de gigante para la recuperación de las Instituciones Republicanas. Recordemos que la República no es de izquierda ni de derechas, es simplemente el mejor de los ejercicios de la democracia. Intentar imponer una República monolítica y supuestamente solo de izquierdas nos llevaría a alejarnos y hacerla imposible. Las “democracias populares” cayeron en toda Europa...

Nuestro marco político más allá de los Pirineos es Europa, una Europa democrática y a la que debemos contribuir para que sea no solo de los mercados, sino que éstos estén al servicio de las necesidades de los pueblos que la constituyen.

Sin partidos republicanos de izquierda y de derecha democrática lo tenemos más que verde y muy lejos.

¡Salud y República!

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