En los últimos años, el día 8 de Marzo se está conociendo y denominando como simplemente “el 8M” creando una equivocada tendencia y obviando deliberadamente lo que realmente significa, que no es otra cosa que la lucha de las mujeres contra la desigualdad y la injusticia que sufrieron y seguimos sufriendo en este mundo.
Después de décadas de lucha, en las que las mujeres salimos a la calle para mejorar sus condiciones laborales, fue el trágico suceso en el que fueron asesinadas 140 mujeres, el que marcó el reconocimiento de lo que hoy conocemos como el 8 de marzo. Estas mujeres eran trabajadoras que hacían jornadas extenuantes de hasta 12 horas, con unos bajos salarios y con unas peores condiciones de salubridad. Acudían muchas veces con sus hijas e hijos y, por supuesto, los sábados y los domingos no existían como días de fiesta destinados al descanso. Estábamos en 1908, una época en que aún los derechos eran un lujo impensable. Pero ellas no cedieron y se encerraron en una fábrica de algodón de la ciudad de Nueva York, lo que provocó que las rodeara la policía hasta arrojarles bombas incendiarias para disuadirlas de su encierro. Además, les cerraron las puertas de salida muriendo así abrasadas. Este asesinato fue el origen del 8 de marzo como día Internacional de la Mujer.
Hoy 112 años después, en pleno siglo XXI en nuestro país y por ser mujeres nos asesinan. Por ser mujeres sufrimos violencias machistas de todo tipo. Por ser mujeres tenemos menos empleo, que no menos trabajo que, de eso, nos sobra aunque no está retribuido. Por ser mujeres cobramos menos, incluso en las pensiones. Por ser mujeres se nos intenta silenciar, incluso físicamente. Por ser mujeres sufrimos micro y macro machismos. Por ser mujeres no se nos cree cuando afirmamos haber sufrido agresiones. Por ser mujeres se nos viola como símbolo de fuerza y de dominio. Por ser mujeres se nos juzga dentro y fuera de los tribunales de forma patriarcal. Por ser mujeres se cuestionan nuestras voces en los espacios públicos y privados. Por ser mujeres se nos prostituye y se nos explota sexualmente para ganar grandes beneficios con nuestros cuerpos. Por ser mujeres se nos explota reproductivamente como vientres de alquiler para, también, obtener beneficios. Y, si además de ser mujer, sufres alguna diversidad funcional o intelectual, sufres muchísimo más. O si eres una mujer negra,gitana,asiática o de cualquier otra raza, se tienen que sumar la, todavía persistente, segregación racial. Por ser mujeres las distintas religiones pretenden, y a veces consiguen, dictar nuestras formas de vivir nuestra sexualidad y nuestra maternidad.
El colectivo de mujeres de Unión Republicana siempre ha sido solidario con los movimientos de otras personas que se sentían discriminadas por sus diferencias. Movimientos todos ellos lícitos y que poco a poco han ido consiguiendo sus objetivos y, al mismo tiempo, olvidándose del los objetivos del movimiento feminista. Cuando no, directamente volviéndose en contra del mismo, aunque con un discurso lleno de eufemismos y siempre políticamente correcto. Las mujeres somos muy conscientes de nuestra lucha y de nuestra historia por eso pedimos que el día 8 de marzo no se convierta en un totum revolutum de movimientos donde se diluya la verdadera esencia de este día que no es otra que la lucha por los derechos de las mujeres, y entre esos derechos existe de forma prioritaria la lucha contra la trata y prostitución de nuestros cuerpos en todas sus formas incluida nuestra maternidad, que debe ser siempre libre y voluntaria y no un negocio o imposición del mercado aprovechado por colectivos que esconden bajo el manto de supuestos derechos, lo que son probados deseos. Porque el deseo no es un derecho y quienes ahora defienden poder comprar nuestros vientres o nuestros cuerpos bajo una supuesta libertad legal y regularizada, solo están perpetuando la explotación y la cosificación de las que somos la mitad del mundo, ayer y hoy.
En este día de reivindicación internacional a las mujeres de Unión Republicana nos gustaría enviar un mensaje de esperanza, no solo a las mujeres que nos están leyendo sino a una sociedad entera que convulsa ve y advierte como se la manipula, engaña, explota bajo pretendidos y engañosos mensajes de derechos y libertades conseguidas, mientras comprueba que en su realidad cotidiana nada o muy poco ha cambiado. A todas las personas explotadas, a todas las personas desplazadas, a todas las personas que se levantan cada mañana para salir adelante en este mundo, a las personas que sufren y han perdido la esperanza, a todas las que sueñan con una sociedad más justa e igualitaria. “En el día 8 de marzo, como otras antes lo hicieron, aquí estamos las mujeres levantando un mundo nuevo”.
Comunicado de las Mujeres de Unión Republicana para el 8 de Marzo.