En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzosas, desde UNIÓN REPUBLICANA alzamos nuestras voces para recordar y rendir homenaje a las más de 114,000 personas que fueron víctimas de desapariciones forzosas durante la Guerra Civil y la subsiguiente dictadura franquista en España. Este día es un recordatorio sombrío de un capítulo oscuro en la historia de nuestro país, un período en el que muchas vidas fueron truncadas y familias enteras quedaron destrozadas.
La desaparición forzosa de seres queridos es una tragedia que afecta a las víctimas y sus familias de por vida. La incertidumbre sobre el destino de sus seres queridos, el dolor de no poder enterrar a sus muertos adecuadamente y la falta de verdad, justicia y reparación son heridas que perduran generación tras generación. Es nuestro deber como sociedad y como nación asegurarnos de que estas heridas sean sanadas.
Exigimos la verdad. Es fundamental conocer la verdad sobre lo que sucedió durante esos años oscuros. Los testimonios de las víctimas y sus familias deben ser escuchados y respetados. Solo a través de la verdad podemos comprender la magnitud de las desapariciones forzosas y asegurarnos de que nunca se repitan. En esta línea, el Estado español debe impulsar una política de promoción de una verdad oficial para garantizar el derecho a la verdad en su vertiente colectiva. Naciones Unidas ha instado en distintas ocasiones a España a considerar la creación de un mecanismo independiente (como podría ser una Comisión de la verdad), que permita esclarecer las violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado, sin sustituir el derecho de las víctimas a obtener justicia.
Desde una perspectiva pedagógica, el enfoque en la verdad sobre los crímenes del franquismo es de suma importancia para fomentar un aprendizaje significativo y ético. Es esencial que los educadores aborden la historia del franquismo de manera completa y veraz. Esto incluye no solo los aspectos políticos y militares, sino también los abusos contra los derechos humanos, las desapariciones forzosas y otros crímenes cometidos durante ese período. Al explorar este tema, es importante que los estudiantes desarrollen empatía hacia las víctimas y sus familias. Esto les ayudará a comprender mejor las consecuencias humanas de los crímenes y a reflexionar sobre la importancia de la justicia y la reparación.
Exigimos justicia. Aquellos responsables de las desapariciones forzosas deben ser llevados ante la justicia, sin importar cuánto tiempo haya pasado desde los hechos. En la actualidad no está garantizado el acceso a la justicia para las víctimas, como demuestran las recientes sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, dictadas a lo largo de 2021, que han vuelto a establecer que estos crímenes no pueden ser investigados por los juzgados y tribunales españoles, con base en argumentos contrarios al derecho internacional de los derechos humanos.
Tal y como ha destacado Naciones Unidas en reiteradas ocasiones, España debe asumir los principios elementales de investigación de crímenes de derecho internacional, como son: la imprescriptibilidad de los delitos, la no aplicación de indultos o amnistías, o la obligación de investigar con independencia de la muerte de los presuntos responsables.
La justicia es fundamental para garantizar que las víctimas y sus familias reciban la reparación que merecen y para prevenir la impunidad en el futuro.
Exigimos reparación. Las víctimas y sus familias merecen ser compensadas por el sufrimiento que han soportado durante décadas. Esto incluye no solo reparaciones económicas, sino también medidas para restaurar la dignidad y el honor de las víctimas.
Las leyes españolas permiten la impunidad, estableciendo un derecho a la reparación parcial, al excluir expresamente la indemnización y toda forma de responsabilidad patrimonial respecto de aquellas personas a las que se les incautó, robó, expolió su patrimonio, realizaron trabajos forzados o sufrieron condenas injustas.
Por otra parte, desde un enfoque por la igualdad, se debe incorporar la perspectiva de género para investigar, sancionar y reparar las formas específicas de represión que sufrieron las mujeres, tal y como exigen los estándares internacionales. En esta línea, resulta fundamental que se reconozca de manera explícita el daño que sufrieron las mujeres por el hecho de serlo. Ellas fueron víctimas de violencia sexual, de tortura con componente de género, de robo de bebés, de humillaciones, y de internamientos en centros preventivos y reformatorios. Sufrieron en su piel las consecuencias sociales, económicas y psicológicas de la desaparición forzada de sus familiares. Resulta imprescindible que el Estado reconozca estos crímenes de género y garantice medidas de reparación por las violaciones de derechos humanos cometidas contra las mujeres.
A modo de conclusión, el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzosas nos recuerda la importancia de mantener viva la memoria de aquellos que fueron víctimas de estos crímenes atroces. Recordar es un acto de resistencia contra el olvido y un compromiso con un futuro en el que la justicia y la verdad prevalezcan sobre la impunidad.
Hoy, unimos nuestras voces para decirle al mundo que no olvidamos a las más de 114,000 personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Exigimos verdad, justicia y reparación para ellos y sus familias. Es nuestro deber moral y humano asegurarnos de que nunca más se repitan desapariciones forzosas en ningún lugar del mundo.
Ernesto Aguilar López
Secretario General de Unión Republicana
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